Voy a relatar una historia real, en
la que están involucrados los frutos del guindo-cerezo ácido-que puede pasarle
a cualquier jugador o jugadora del fútbol gallego. La protagonista es mi hija
Paloma. Se jugaba un partido de fútbol femenino entre los equipos Pastoriza y Dubra, en un desafortunado lance,
la portera del equipo contrario le rompió la tibia a Paloma-obviamente fue
casual, sin culpa de la jugadora del Dubra-El día era de perros, diluviaba,
llamó mi atención que no hubiese en el recinto un botiquín y unas tablillas
para inmovilizar la pierna. Las lesiones más comunes en fútbol suelen ser en piernas , pies y tobillos. El bueno del entrenador, sin conocimiento alguno,
metió las manos en la masa, no sabía qué hacer, quizás asustado por la gravedad
de la lesión, juraba en arameo, incluso zapateó con rabia la botella de agua
contra el suelo. Ni ambulancia, ni leches, como ya sucedió a un jugador hace un
mes, que lo tuvieron seis horas sin atención médica por no saber a dónde
llevarlo, ni en que, incluso tuvo que interceder el presidente de la FGF,
después de muchas llamadas a su móvil. Sin más dilación y ante el dolor de
Paloma, decidí meterla en mi coche y llevarla al Policlínico Santa Teresa,
lugar donde dijo el entrenador que debería ir. Fue atendida con rapidez y
exquisita cordialidad, la doctora que la operó no dudo un instante en recomendarle
que debería operarse, como así fue. El trato en el sanatorio fue de diez, en
atenciones personales y médicas. El problema surge al salir del sanatorio, deben pincharla
todos los días durante seis semanas para que no se produzcan coágulos, cada
caja tiene un coste aproximado de cincuenta euros, una por semana. Puesto en
contacto personal con el secretario de la FGF, Sr.Batalla, indicó que la
Mutualidad no corría con el gasto farmacéutico fuera del sanatorio, como así
recogían la póliza colgada en la página WEB de dicha Federación. Algún miserable,
no sé si empleado o directivo, hizo un comentario fuera de lugar a un buen
amigo mío, diciendo que había montado un “follón”. No es mi estilo, he sido correcto en todo momento. El lunes acudí
a la Mutualidad, me atendió un caballero de fina estampa y modales poco
agradables, mencionando la susodicha página mentada por el Sr. Batalla. Hice una pregunta normal:
¿Si estuviera en paro sin prestación, quien pagaba la medicación?, la respuesta
no deja de ser pintoresca: “No se va a morir si no la dan la medicación”. Me
acompañaba uno de mis hijos, quizás por su juventud, al escuchar la respuesta
del funcionario, enojado dijo: Morir no, pero si no le inyectan el
anticoagulante, puede quedar sin pierna. “Ya”, fue su lacónica respuesta,
añadiendo: “en la página WEB-otra vez-de la FGF está la cobertura de la
póliza”, es obligación del jugador conocerla en caso de lesión. No sé si en los
demás equipos, el presidente o quien corresponda informar a los jugadores de lo
que les puede suceder en caso de lesión grave, lo hace. ¿Qué sucede si el
jugador o jugadora están trabajando?. Pueden romperse la relación laboral con
la empresa y quedar en la calle, fue un accidente en tiempo de ocio. Hablamos
de jugadores que pagan, no cobran, aunque sea veladamente. La Seguridad Social
no se hace cargo, es entonces cuando entra la picaresca, esa es otra cuestión,
cada uno trata de salvarse como puede, si puede y no lo pillan.
Ayer recibí la llamada amable de
Dª Carmen María, Secretaria General de la Mutualidad de Futbolistas de Galicia.
Como dije en twitter fue clarificadora. Con elegancia e ironía dijo que la
culpa era de los jugadores federados por no conocer la cobertura de la póliza,
fue la tercera vez que escuche que la misma estaba colgada en la página WEB de
la FGF e incluso añadió con muy buen criterio, que los clubes deberían informar
a los jugadores de cuáles son sus derechos en el supuesto de lesión-segunda
vez- si no les convenía la cobertura, podrían elegir entre jugar federados o hacerlo
en la calle entre amigos. Añadió: Los equipos deberían ser responsables de los
gastos farmacéuticos derivados de una lesión, por no informar convenientemente
a los jugadores, sin son mayores de edad, o a los padres, si son menores de
edad. El culpable de la lesión de Paloma soy yo, por no leer la página WEB de
la FGF, parece ser que estoy obligado a ello, como el resto de padres de
jugadores, o incluso, los propios jugadores que tienen ordenador
No sé si desde Prim, como dijo
irónicamente Dª Carmen María, o desde que se cambió la póliza a la correduría
de seguros Primaral, asegurándose en AEGON, la indefensión farmacéutica de los
jugadores es total. Una operación puede costar seis mil euros y no hay
problema, como tampoco la rehabilitación, sin embargo, los gastos farmacéuticos
que mitiguen el dolor del lesionado, que son el chocolate del loro, no los
cubre. Surge la pregunta del millón. ¿Si los padres de un jugador que se
lesiona están en el paro y no disponen de dinero para gastos
farmacéuticos-desgraciadamente hay muchos trabajadores en paro sin
prestación-qué sucede, se muere el jugador?. Removerán cielo y tierra para que
no suceda. Los jugadores están en una indefensión total. La lesión de Paloma
sucedía el día uno de noviembre, hago esta aclaración para que los carroñeros
no mezclen churras con merinas. Mi trabajo es decir las alcahueterías que cometen
quienes iban a servir al deporte y se está comprobando que solo se sirven del
mismo, como vengo escribiendo desde hace varios meses. Entre guindones está el juego
Es una burla a los jugadores
más modestos del fútbol gallego, que los representantes de los
equipos-asambleístas- permitan, que estas cosas ocurran y no quieran enterarse,
entre otras cuestiones, como el dinero que se llevan delegados, amigos y otros
personajes rozando la inmoralidad, cobrando dietas y kilómetros para no
tributar a la Agencia Tributaria, entre otras cuestiones que vulneran los
estatutos de la FGF, como he escrito en otras ocasiones, van en detrimento de
los jugadores federados, pudiendo, si se racionaliza el gasto, tener más
cobertura la póliza. Mi profesión es informar, para que cada cual haga su
propia valoración, quienes deben acudir al Juzgado son los ofendidos por mis
denuncias, aunque claro, donde hay papeles que confirmen lo que digo, sobran
otras cuestiones. El presidente blasona
de socialista, sin embargo, en la FGF no aplica la doctrina de Pablo Iglesias,
permitiendo cerezas ácidas al más puro estilo de tiempos francamente pretéritos, como dicen
algunos miembros de la FGF.
Hoy ha sido Paloma, mi hija,
mañana es otro jugador y la indefensión es total
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